13 noviembre 2007
Iguazú Falls
Tras los primeros días en Buenos Aires nos planteamos hacer algún viajecito cercano para que así Concha aprovechara un poco mejor sus días al otro lado del charco. Y nos encontramos con que volar a Iguazú y pasar un par de noches en Brasil en un hotel de cuatro estrellas costaba poco más de 300 euros. E incluso había opciones más baratas del lado argentino de las cataratas, pero lamentablemente no había plazas. Y digo lamentablemente porque mientras que la argentina Puerto Iguazú es una pequeña ciudad con un aspecto bastante pintoresco, la brasileña Foz de Iguazú es mucho más grande y, por lo que nos contaron, mucho más peligrosa.
Pero lo que allí realmente importa son las cataratas, y esas la verdad es que no decepcionan. Es sin duda el espectáculo natural más alucinante que yo haya visto nunca. Ni las palabras ni las fotos les hacen justicia. Pero aún así dejo alguna en el link de flickr por si puedo poner los dientes largos a algun@...
Eso sí, todo está mucho más (y mejor) organizado de lo que esperábamos y ves hasta ancianos en silla de ruedas pasando por las pasarelas sobre el agua que te acercan alos saltos. Pero a pesar de cierta masificación el espectáculo es sobrecogedor por su belleza y por su dimensión.
Y es que todo en Iguazú es enorme, como pudimos comprobar nada más empezar nuestro paseo por el lado brasileño de las cataratas cuando vimos el tamaño de a lo que los lugareños llamaban despectivamente lagartija. Claro que cuando del lado argentino vimos al lagarto propiamente dicho caminar tranquilamente cerca de los turistas con su casi un metro de largo ya no nos quedó duda alguna. Por no hablar de los ciempies de un palmo que te cruzabas cada rato en el camino o por el tamaño de las mariposas.
Además, tuvimos la suerte de poder ver un tucán (algo por lo visto no demasiado sencillo), un pequeño cocodrilo llamado yacaré y hasta a un coatí (una especie de mapache, pero con pinta de mala leche) trepar a un arbol y llevarse un pajarito de un nido para comérselo allí mismo.
La verdad es que ahora mismo me apetecería experimentar la selva un poco más de cerca, pero eso sería desviarse mucho del recorrido más o menos previsto y ya hbrá oportunidad...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario